Es increíble pensar en cómo las cosas han ido cambiando los últimos años. Incluso dentro de la cocina se ve como los avances tecnológicos han reemplazado los condimentos naturales que utilizaban nuestras abuelas.

Las mujeres tiene un ámbito laboral y es por esta razón que se ha creado este caldo para hacerle la vida más cómoda a las amas de casa para que no tengan que gastar tiempo en darle ese toque o sabor mágico que la familia siempre quiere degustar.

Estos caldos no aportan ningún beneficio a la salud, además de contener altísimas cantidades de sodio que equivalen a dos cucharadas de sal gruesa. Imagínese usted el daño que le está causando a su cuerpo sin saber nada.

Este “sabor” intenso y concentrado que tanto nos gusta, no resulta tan atractivo por el gusto en sí mismo, sino precisamente por este componente que afecta las funciones neurológicas del hipotálamo, generando una especie de adicción que nos insta a comer aún más, aumentando de esta manera la propensión a la obesidad.

¿Cómo reemplazarlo?

Dejar de utilizar estos caldos artificiales no necesariamente implica comer sin sabor, ya que puedes preparar tus propios caldos caseros y saludables libres de todo compuesto químico congelando hierbas junto con especias naturales. Puedes tomar una cubetera y mezclar aceite de oliva o aceite de coco junto con hierbas y especias que luego pondrás a congelar. Cada vez que necesites preparar una sopa o condimentar una comida, utiliza uno de estos cubitos caseros y naturales.

Si tienes la sana costumbre de cocinar al vapor, puedes guardar el caldo resultante de las verduras que hayas cocinado y realizar el mismo procedimiento. No olvides que la salud de tu familia depende de nosotros mismos y es importante cuidar estos detalles para asegurarnos de que están consumiendo productos sanos y naturales.